Sociedad
A LOS SOLDADOS LE TIRARON CAL VIVA
Un nuevo escándalo sacude al Ejército Argentino, ya que unos 35 paracaidistas sufrieron quemaduras durante un «ritual de iniciación» al completar su formación como soldados en el Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo de Ejército Córdoba.
El hecho ocurrió el 17 mayo pasado y las denuncias que les tiraron cal viva en la cara y sidra las realizaron testigos, ya que “los soldados no se animan a denunciar, debido a la presión que están ejerciendo las autoridades”, le dijo a GEF Informa el abogado Jerónimo Argañaraz, representante de 20 de los soldados afectados en este ritual.
Audio: Dr. Jerónimo Argañaraz (Abogado de 20 soldados afectados).
La noticia se conoció ayer en un informe realizado por el periodista Francisco Panero de La Voz del Interior.
Las víctimas resultaron con quemaduras en el esófago, estómago, pulmones, en las vías respiratorias y ojos, comentó Argañaraz.
En las redes sociales hay un video que se viralizó donde se puede ver a los soldados arrodillados mientras un superior les arrojaba cal viva en la cara. Pero previo a eso, les gritaba “¡Paracaidista!” para que al momento de tirarle el polvo blanco respondieran “¡Siempre!” y quedaran con la boca abierta.
https://twitter.com/MarianoNievas/status/1805620115951518027
El abogado Argañaraz remarcó que no se trató de un “error” al mencionar que en lugar de harina le tiraron cal viva sino que los responsables deben ser imputados por dolo. Insistió en que no hubo “consentimiento de los soldados sino por el contrario fueron inducidos a decir determinadas circunstancias porque hay un viejo lema que dice ‘la ropa sucia se lava adentro’ y esto es lo que el Ejército considera válido”.
Además, el abogado denunció que un alto jefe se enteró que algunos soldados heridos llamaron a la ART para ver si les podría cubrir sus afecciones médicas y al enterarse dicho superior los hizo convocar y les dijo que estaban autorizados a tomarlos del cuello a quienes estaban yendo a la ART o dando aviso a autoridades judiciales.
“Esto es una coacción y claro que tienen miedo a represalias físicas, psicológicas o de su propia carrera militar”, apuntó el abogado Argañaraz.
